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Teatro con/sin pudor

  • Valentina Izquierdo
  • 9 oct 2016
  • 2 Min. de lectura

Hay mucha controversia – en el mundo académico/ sabiondo – con respecto a los orígenes del teatro griego; sin embargo y, aunque no lo parezca, aquella temática tan aparentemente snob da para hablar de algo sucio, que es lo que te interesa, ¿no?



Lo que había sido aceptado por muchos años, es decir, que el teatro provenía de los rituales dedicados a Dionisio (dios de la cosecha, de las fiestas y el vino), ha sido puesto en duda; de hecho, debido a la lejanía que tenemos con aquella cultura, es preferible no casarse con ninguna definición que proponga un origen específico (para más información leer a Ruth Scodel en La tragedia griega, una introducción). Es por esto que vamos a desempaquetarnos: hablaremos de algo mucho más interesante, certero y actual, que nos dará una pista sobre cuanto repercute en la actualidad el nacimiento del arte teatral: LO OBSCENO.


Este fenómeno viene desde los orígenes del teatro: en Grecia, en las obras dramáticas y trágicas, todas las muertes y actos violentos eran realizados fuera de escena, de hecho, eso quiere decir la palabra obsceno, como oposición a lo que pasaba en la escena. Por ejemplo, el famoso Edipo, cuando se entera de que mató a su padre y folló con su madre, se saca los ojos, pero nunca eso fue mostrado en escena, sino, más bien, pasaba detrás del escenario, ya que, como decía Aristóteles, las obras debían tener acciones elevadas y, por lo tanto, no podía ser mostrada la acción violenta.


Lo obsceno, hoy en día, es entendido como aquello “impúdico, torpe, ofensivo al pudor” (RAE), y no es casualidad que algunas producciones cinematográficas sean censuradas por la aparición de este adjetivo en las críticas. El sexo, la violencia, la muerte – cosas que son parte de la vida, claramente – muchas veces generan ataques nerviosos en reprimidos y, por ello, las obras de arte deben ser escondidas de virginales ojos.


Esto nos permite darnos cuenta de la importancia del teatro – desde sus orígenes – en la vida actual, porque, independiente de si nos ha llegado su legado de forma negativa o positiva, es primordial para entender ciertos comportamientos y formas que tenemos al minuto de expresarnos. Es así como podemos ver aquella censura, proveniente de un ideal clásico, en el cine – expresión que, en su totalidad, se puede considerar “hija” del teatro –.


De esta manera, debido a la larga tradición de lo obsceno, es posible que no podamos librarnos de ello con tanta facilidad y, en modo de conmemoración, nos disponemos a sacar a la luz películas que fueron censuradas por afectar al pudor de los espectadores:



Holocausto Caníbal (1980) del director Ruggero Deodata.

El ciempiés humano (2009) de Tom Six.

Los 120 días de Sodoma o Saló (1975) de Pier Paolo Pasolini.

La pasión de Cristo (2004) de Mel Gibson

En estos links podrán encontrar más películas que fueron prohibidas por ser obscenas:

 
 
 

Comentarios


 editorial: 

 

Los viajes que nos otorga el cine son uno de los más interesantes y accesibles que hacemos en nuestras vidas. Claramente es un buen viaje; si no lo crees así, quizás no hayas hecho buenas elecciones…

Después de terminada esa, la última película que viste en el cine o en la comodidad de tu casa, es difícil pensar que antiguas tradiciones son la raíz de prácticamente todo lo que vemos en una pantalla.

anda al teatro: 

 

21 Oct-13 Nov:  "El hombre de arena" en el Teatro del Puente.

Oct-Nov:  Expo "El mundo de Shakespeare" en el GAM.

 

3-6 Nov:  "Vigilia de noche" en Teatro Finis Terrae.

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